Virgen de Aguas Santas, patrona amada
de mi Jerez, la eterna intercesora
ante Dios Padre y siempre protectora
del alma sufriente y desconsolada:
ruega por nosotros, Madre admirada;
asísteme si mi corazón llora;
no nos olvides en la postrera hora;
guíame a la salvación anunciada.
Vela por tu pueblo, madre del hombre,
por la siempre noble y leal ciudad
que venera con fe tu bello nombre:
María, llena de gracia y bondad.
Si por humilde alcanzaste renombre,
infunde a tus hijos siempre humildad.