Lamento esperanzado

Del dolor su rostro
veo frente a mí
retorciéndose en espantosas muecas;
gran horror sentí.
Yo querría darte
siempre una esperanza
entre tanto plañidero lamento
que corroe el alma.
Oscura la noche
nubla la mirada
que, entre lágrimas frías se dirige
a la tenue alba.